viernes, 31 de mayo de 2013

Licénciame o te pongo morritos #12: Kangoku Gakuen

Para este mes tenía pensado traer uno de los últimos éxitos de la Jump (al menos en lo que al resultado en las encuestas se refiere), pero dado que lleva muy poco y también tengo en la recámara otras buenas series que pedir, voy a dejar que se oxigene un poco, y acumulé algún tomo más si eso.

Y bueno, ya sabéis, la retahíla de siempre: este post va para Ivrea, Norma Editorial, EDT, Planeta DeAgostini, Panini, y cualquier editorial que se preste a hacer un buen trabajo de edición y traducción sin dejar tirada la serie. Y también a todo lector de manga. Os insto a echarle un vistazo a la serie y a pedirla a las editoriales si os mola.

Dejado esto en claro, la serie por la que pongo morritos este mes, y que desde aquí agradezco a @Natsume otra vez por recomendarla en su blog, es Kangoku Gakuen (監獄学園), o Prison School, un seinen escolar de humor serio, con grandes dosis de ecchi y un planteamiento tan simple cómo magníficamente llevado. Escrita y dibujada por Akira Hiramoto, y publicada en las páginas de la revista Young Magazine, con 8 tomos en su haber:


La Academia Hachimitsu, un centro estudiantil conocido por su estricta disciplina y por haber albergado exclusivamente a alumnas en sus instalaciones, va a sufrir un importante cambio este año. Por primera vez en la historia de la escuela, se ha permitido la entrada a estudiantes varones.

Cuándo Fujino Kiyoshi empieza su primer día en la academia, se sorprende al ver que sólo hay 4 chicos más a parte de él, siendo la presencia de féminas monstruosamente mayor, en una escala de 200:1. Sin embargo, si alguien pensaba que tal hecho iba a ser el paraíso para este reducido grupo de jóvenes, nada más lejos de la realidad.

Una pequeña infracción, cómo motivo de un intento de saciar la más natural curiosidad de todo hombre, les hará topar con el duro brazo de la ley de esta escuela, un Consejo Estudiantil en las Sombras. Las miembros del CES sancionarán a los chavales internándolos en una prisión dentro de la propia escuela, en la que tendrán que estar recluidos durante un mes realizando trabajos forzados, y que harán todo lo posible por hacer de su vida un infierno, con el objetivo de eliminar a la escoria masculina de su escuela...

Kangoku Gakuen es una serie de humor muy especial. Su contenido es muy simple. Las aspiraciones de sus personajes son sencillas. El ambiente en el que transcurre todo es cerrado. Los días de cautiverio pasan con lentitud. Y pese a su minimalismo, resulta sorprendente ver lo bien que Hiramoto-sensei pone todo en escena.

Es una serie que no termina de despegar hasta su segundo tomo, y a partir de ahí, es un no parar de reír. De reír y de padecer junto a los protagonistas, porque aunque al principio nos mofemos de sus desgracias, según vayamos conociendo a estos pobres desgraciados iremos sintiendo cada vez más pena por ellos, al mismo tiempo que compartiremos su odio hacia las miembros del CES, valoraremos la amistad que hay entre los cinco, y desearemos que les vayan bien las cosas con el poco contacto femenino amigable que logren hacer en el exterior durante su cautiverio.

Los personajes que pululan por la historia son pocos, y quitando algún nuevo añadido de los últimos tomos, quedan presentados en el primer tomo.

Entre los chicos tenemos al protagonista Kiyoshi, quién inicia la historia sintiéndose atraído por su compañera Chiyo, antes de ser llevado a prisión, y por la que querrá escapar de su cautiverio para cumplir una promesa que hicieron antes de que las cosas se torcieran tanto. Gakuto es un friki obsesionado con la Era de los Tres Reinos (aquellos que conozcáis Ikkitousen estaréis muy familiarizados ya con este período), y si bien se empieza presentando cómo uno de los personajes más repelentes y pervertidos del grupo, no tardará en revelarse cómo el más honorable de todos ellos, en su intento por mostrarse cómo los héroes de la antigüedad a los que admira. Shingo es, por así decirlo, el eslabón débil del grupo, en el sentido de que es el personaje que más errores irá cometiendo en la historia, hasta el punto de que nos llevará a odiarle al principio, para posteriormente encariñarnos con él, al ir dándose cuenta de lo que hace. Finalmente, Andrei y Jo son quizás los personajes menos trabajados del grupo. El primero es un sadomasoquista hilarante, y el segundo, un chico enfermizo que no se quita la capucha ni para bañarse, amante de las hormigas y un tanto misógino.

Por otra parte, en el CES tenemos a la presidenta Mari, una feminazi especializada en la doma de cuervos, que alberga un profundo odio hacia los hombres fruto de las acciones de su padre, el director de la escuela, un viejo verde con una gran obsesión por los culos femeninos, y cuya torpeza hace que su hija sea plenamente consciente del material pornográfico que adquiere, hecho que luego la lleva a resarcirse haciendo que el CES actúe con más dureza contra Kiyoshi y compañía, hasta el punto de que se le ha acabado metiendo entre ceja y ceja llevar a cabo un plan para forzar la expulsión de los chicos. A sus órdenes están la vicepresidenta Shiraiki Meiko, una voluptuosa mujer de revelador uniforme, que se muestra cómo el principal elemento de fanservice de todo el manga, cómo consecuencia de su pronunciado escote, su reducida minifalda y su casi enfermiza obsesión por ejercitar el cuerpo empapándose de su propio sudor en el proceso, hasta parodiar el mismo concepto del ecchi; y la secretaria Midorikawa Hana, una artista marcial de gran brutalidad y peculiar carácter, cuyos encuentros con Kiyoshi darán lugar a algunas de las escenas más divertidas del manga.

El guión cómo ya he dicho es simple, pero el autor logra contar su historia con gran maestría, haciendo de un concepto poco ambicioso algo muy grande. Los momentos, las situaciones, las reacciones de los personajes... Todo tiene lugar con un dramatismo que nos resulta hasta absurdo, y una seriedad que lo hace delirante, pese a ser de hecho algo realmente importante para los personajes, y con el tiempo también para nosotros. Hay momentos en los que realmente no sabes si reír o llorar, pero siempre para bien de la historia.

No obstante, alguien ajeno a esta serie seguramente se fije, para bien o para mal, en esa notable superfice, el fanservice. Pero no hay que engañarse, pese a ser abundante, este es un concepto prácticamente limitado a la figura de la vicepresidenta Meiko, y el punto de este personaje es ser una parodia andante de este concepto. El exhibicionismo de Meiko no está ahí para que nos pongamos cachondos (que también xP), sino para que nos demos cuenta de lo absurdo del concepto y que nos riamos de él, cómo con toda buena parodia.

El dibujo cómo podéis ver tiene un toque realista y está muy bien trabajado, y es otro de los puntos fuertes de este manga. Ya sea para las escenas de humor serio, reflejar la humillación y rabia de los personajes, la crueldad de la presidenta, el lascivo cuerpo de Meiko, la candidez de Chiyo o cualquier gag que se precie, es una herramienta que acierta con rotunda eficacia a la hora de plasmar lo que quiere contar. Mención especial a las tramas, el sombreado y la iluminación (sólo necesitamos ver la bota de Meiko para darnos cuenta de la sensualidad que desprende el personaje, por poner un ejemplo).

En resumen, una historia cruda aunque de humor serio, con auténtico dibujazo, que me atrevo a calificar cómo algo magníficamente simple, desternillántemente seria y, en palabras del amigo @Kiripollas, absurdamente épica.

Lo mejor: El humor serio. Los personajes. El dibujo. El hilo de la trama, siempre con un nuevo giro en el horizonte para seguir siendo absorbidos por su simplicidad.

Lo peor: Que no esté licenciada en nuestro país, y que puedan hacerse sobre ella errados juicios de valor sólo por su llamativa superficie.

NOTA PERSONAL: 9,9.

10 comentarios:

  1. Pues mira, al final no me atrae tanto como pensaba. Igualmente le daré una oportunidad, a ver si me hace reír, que esto supongo que sí.

    Me ha hecho mucha gracia lo de feminazi y dentro del grupito se ve hay muchos frikazos.


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  2. Pues me la apunto, tiene buena pinta ^^

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  3. No sé si las portadas me encantan o me parecen horrorosas... ;_;

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  4. Como ya comente en mi blog es un manga genial, sobre todo por el contraste de manga serio y crudo con un humos a veces tremendamente infantil o escatologico.

    Me resulta muy raro que este manga no este ni licenciado en Ingles, por que es un manga que ya solo por su dibujo y por el fanservice de Meiko se venderia muy bien. Aqui es manga digno de Norma editorial.

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  5. Es obvio que si se licencia lo hará Ivrea. Leandro sabe xD

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