martes, 2 de julio de 2013

Lo que ponen en la tele #1: Misfits - Primera Temporada

Pues siguiendo con la expansión del blog a nuevas fronteras de la creatividad, qué menos que empezar a hablar de alguna serie. La que hoy toca me ha entusiasmado lo suficiente cómo para animarme a abrir esta sección:

Misfits cuenta la historia de cinco chicos adolescentes que cumplen servicios a la comunidad por actos vandálicos. Durante una extraña tormenta, el grupo es alcanzado por un rayo y adquieren poderes especiales. Pero no serán los únicos.

A lo largo de la serie, irán descubriendo sus poderes, mientras intentan guardar un oscuro secreto que podría empeorar la condición de todos, así cómo harán frente a otras amenazas y problemas diversos cómo consecuencia de la misteriosa tormenta, durante su estancia en el centro cívico en el que cumplen su condena.

Ya conocía esta serie de antes, y siempre la había prejuzgado para mal, hasta que me tragué un capi entero de la MTV y acabé la mar de satisfecho con lo visto. Así que ya tocaba verla de cero, porque si bien nunca me llamó la atención en la temática de los súperpoderes (dentro de lo que me gusta el género), he de decir que la historia y los personajes son otro cantar, dejando lo súper a un mero recurso argumental. Y esto es muy importante.

No son pocos los guionistas y escritores que tienden a caer en el error de definir a un personaje simplemente por su súperpoder, limitándose a lanzarle a salvar el día o darse de hostias con algún malo. Tienden a centrarse en el "super" y rara vez en el "man". Y en esto es en lo que Misfits no cae y acierta.

Tenemos una serie que mezcla con acierto el drama y la comedia, servida con el humor más zafio y negro con el que pueden deleitarnos los británicos, en seis episodios que tienden a mantener una buena estabilidad entre sí en cuanto a calidad, si bien podríamos considerar el primero de todos cómo un tanto flojete para servir de arranque, y el segundo cómo uno de los más disfrutables y divertidos.

En lo que respecta a los personajes, tenemos a un selecto grupo de chavales, cada uno de los cuáles tiene una cierta carencia para relacionarse con los demás.



Por un lado tenemos a Curtis Donovan (Nathan Stewart-Jarrett), que ha visto su vida de atleta truncada por un lío con las drogas, así cómo perdido la relación con su novia. La tormenta le ha conferido la capacidad de retroceder su psique en el tiempo, de forma que puede volver a vivir diferentes eventos de su vida y cambiarlos. Dada una posible falla argumental en el capítulo 5, consideramos que su poder reside en esta psique viajera y no en su cuerpo, de modo que puede volver a utilizar sus poderes pese a estar habitando un momento o realidad en la que no los ha adquirido. Es quizás el más integrado en la sociedad de todos los misfits, habiendo llegado al centro cívico por un simple error del pasado.

Alisha Daniels (Antonia Thomas), condenada por conducir bajo los efectos del alcohol, es una joven de gran atractivo, bastante descocada y ajena a las normas. La tormenta le da un poder muy acorde a su personalidad, adquiriendo la capacidad de inducir un frenesí sexual a todo aquel que la toque. Al perder el contacto con ella el efecto desaparece, y los afectados no recuerdan nada de lo que han dicho o hecho durante la experiencia, pero mientras dura esta tienden a manifestar sus más oscuras fantasías en voz alta, lo cuál resulta bastante cómico y obsceno en algunos casos. Sin embargo, lo que en principio parece un regalo del cielo, se acaba convirtiendo en una maldición, cuándo empieza a sentir que todo es un engaño de su poder, y no se ve capaz de establecer contacto físico con nadie, ya que esto dispara sus poderes. El conocer a Curtis en el centro cívico le ayudará a sobrellevar este problema.

Kelly Bailey (Lauren Socha) inició su condena tras una pelea con una vieja amiga. La tormenta le confirió capacidades telepáticas, que se manifiestan cómo la capacidad para leer las mentes de otros. Sin embargo, al igual que sus compañeros, no domina este talento, lo cuál la acabará produciendo incomodidad en muchos casos, al conocer los secretos o verdaderos pensamientos de los demás sin quererlo, pero que también servirá de ayuda a los misfits en más de una ocasión. Pese a su apariencia y actitud de macarra, demostrará tener un buen fondo.

Quizás el mayor inadaptado de todos sea Simon Bellamy (Iwan Rheon), un chaval apocado y tímido que tiene serias dificultades para hacerse notar e integrarse con el resto. El hecho de que la tormenta le confiera la capacidad de sufrir espasmos que le vuelven invisible a ojos y oídos no mejorará esto, pero si le será de utilidad para proteger el secreto de los misfits. Pese a sus rarezas, sus buenas ideas y amabilidad harán que poco a poco se haga un lugar entre sus compañeros, y se sienta parte del grupo, si bien siempre tendrá sus enfrentamientos con el más gamberro y pasota de todos ellos.

Este es Nathan Young (Robert Sheehan), que no descubrirá sus poderes hasta el final de la temporada. Engreído y payaso cómo el sólo, se burla de todos y de todo, en lo que probablemente sea un desesperado intento de hacerse notar, ante la ausencia de su padre y los intentos de su madre de rehacer su vida con otro hombre, al que Nathan no soporta. Sin lugar a dudas, es el mayor punto cómico de la serie, así cómo el miembro de los misfits que más necesita de los servicios comunitarios para reformarse cómo persona.

Así pues, dentro de este grupo de protagonistas, Nathan y Simon son los que probablemente más se ganen el cariño del público en esta primera temporada.

La serie presenta un montón de situaciones, macábramente divertidas en algunos casos, dónde los defectos de los misfits nos sacarán alguna que otra carcajada, pero también nos harán sentir lástima por ellos. Las ideas planteadas están bien llevadas, y la serie nunca peca de intentar alcanzar una epicidad que le viene grande, burlándose en cierta manera del género súperheroico. Cómo bien contesta Nathan a la suposición de Simon al final del primer capítulo "¿Nosotros superhéroes? ¿¡En qué puta mierda de mundo puede pasar eso!?".

Termino así la temporada con una sensación de plena satisfacción por el descubrimiento, si bien peca de ser un divertimento efímero, ante el reducido número de capítulos. Pero bueno, para algo están las segundas y terceras temporadas (:D).

Lo mejor: La buena mezcla de humor y drama, y el empleo de la ciencia ficción cómo un mero recurso de avance o interés en la trama, y no cómo el centro de la misma. La variedad y buen desarrollo de los personajes. La relación Simon-Sally. Las payasadas de Nathan.

Lo peor: Demasiado corta.

2 comentarios:

  1. Me encanta esta serie. Es una genial mezcla del humor burdo y soez que tanto me gusta y un planteamiento muy curioso. Tiene capítulos epiquísimos, tanto esta temporada como las otras dos. Sigue viendo la serie y llorarás sangre cuando se te terminen los capítulos xDDD

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  2. Sabía que te gustaría, pero no tanto como para que te llevase a abrir una sección entera XD me mola la idea de la sección =)

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