El hombre que dicta la sentencia #209: Air Gear #37

Y con este tomo, Oh! Great da carpetazo a su "serie de patines". Cosa que no haré en el blog, dado que pienso releerla y traer la reseña de los tomos restantes, así cómo una explicación del porvenir de la historia, para aquellos que no se aclaren demasiado con ella. Pero hoy no... ¡Mañaaaaaaaaaaana! (xP):

Ikki, que se calzó sus primeros air trecks sin tenerlas todas consigo, ha llegado hasta lo más alto y se enfrenta a la batalla definitiva contra Sora Takeuchi, luchando ya no por él mismo, sino por toda la humanidad. ¿Podrá derrotar a Sora con el apoyo de Ringo y de los Kogarasumaru? ¡Emocionante último volumen de este gran manga de Oh! Great!

Terminamos pues con esta serie, con un tomo en el que en mayor o menor medida se nos desvelan los misterios pendientes.

Ikki emprende su combate final contra Sora sin saltarse las reglas, pues es en Ringo en quién recae la tarea de poner fin a todo, con la Regalía de las Tormentas.

Gracias a esto vemos el cometido de la Regalia del Cielo y del verdadero Guardián del Cielo, con el Flying Day.

La metáfora sobre el volar siempre ha sido uno de los grandes puntos de interés de esta serie. Por lo demás, el combate entre Sora e Ikki, cómo ya deje caer en tomos anteriores, se ha hecho demasiado largo y pesado. Demasiado espacio dedicado a owneds y contra-owndes y estrategias absurdamente sobrehumanas realizadas en nanosegundos para salir al paso. Mola, pero me habría gustado que todo se resolviera con tranquilidad y un buen desarrollo de todos los personajes, no cómo pasa en el último capítulo, que vemos un poco de carrerilla qué ha sido de cada uno de los personajes (¿Simca de reportera freelance? ¡Pero si iba para actriz AV! (xP)), sin profundizar demasiado, y nos seguimos encontrando con más imposibles, cómo lo mucho que da de sí el espacio este virtual en el que hemos podido ver a Spitfire hablando y dando lecciones desde la tumba.

En fin, habría que estar ciego para no ver que la ejecución de esta historia no ha sido ni mucho menos la más adecuada, pero Ogure nos ha dejado una obra con buenos personajes, buen fanservice, tremendos diseños de indumentaria y tecnología y una premisa que, igual en una mente menos alocada y desordenada que la suya, habría dejado más huella. No tendrá el mejor final ni la mejor historia, pero, ¿y lo bien que me lo he pasado con algunas de sus fumadas? Quiero más y, a ser posible, mejor.

Lo mejor: La metáfora sobre volar. El Flying Day. La determinación de Ikki y la entrega de Ringo. El dibujo. El ligero fanservice. Algunas de las flipadas.

Lo peor: La portada es una puta basura, más siendo un último tomo y teniendo al ilustrador que tenemos. Algo caótico y mal estructurado. Las páginas podrían haberse aprovechado para contar mejor la historia, y dejarse de tantos giros durante el combate. ¡Ah! ¡Y casi se me olvida! Los cabroncetes de Norma le han subido 50 céntimos el precio. Hay que tener mala sombra, sajarte de más con el último tomo...

Reseña de tomos anteriores: #32, #33, #34, #35, #36