Después de unirse a los genios del Edificio Baxter, el joven Reed Richards pasó su adolescencia trabajando en un sistema para transportar materia a través de un universo paralelo. En el primer test de prueba estaban también presentes los hermanos Sue y Johnny Storm y Ben Grimm, el mejor amigo de Reed. Entonces hubo un accidente que cambió a todos ellos para siempre. ¡Ahora son los 4 Fantásticos y el mundo nunca volverá a ser el mismo!En este tercer volumen, Los 4 Fantásticos exploran la misteriosa Zona-N, un universo plagado de maravillas... ¡y también de peligros! Reed quiere duplicar el accidente que cambió para siempre a él y sus amigos, con el objetivo de revertir sus efectos, pero su acto de nobleza quizás cause más daño que bien. ¡Solo Warren Ellis y Adam Kubert podrían hacerlo!
La verdad es que Ellis parece haber nacido para guionizar esta serie. Conoce a los personajes a las mil maravillas, y sabe llevar sus aventuras y la interacción entre ellos de forma soberbia.
La genialidad de Reed, la relación de Sue con él, y el coleguismo y las puyas entre Johnny y Ben. Joder, es que se te hacen entrañablemente cercanos.
En este tomo, el autor trae de vuelta la Zona-N (la Zona Negativa del universo tradicional), responsable de cambiar la vida de nuestros protagonistas, y con ella trae a la versión definitiva de Annihilus, rebautizado aquí cómo Nihil.
Reed y los suyos realizan una expedición a la Zona-N para intentar recabar datos con los que revertir su transformación (al menos las de Ben y Reed, dado que los hermanos Storm parecen contentos con su condición actual). Este lugar resulta ser un universo inferior al nuestro, más viejo, que vive sus últimas horas. Razón por la cuál Nihil intenta aprovecharse de estos forasteros e invadir nuestra dimensión, para gobernar en ella.
Una saga muy buena, con un buen contenido sci-fi y unas buenas bases de ciencia real, pero dónde lo que prima sin duda es lo bien que sabe reflejar Ellis las personalidades de esta nueva Primera Familia. En serio, la sinergia de grupo es tremenda.
Cabe mencionar que la única queja que tenía contra los UF4 de Ellis acaba resuelta, ya que al contrario de lo que pensaba, el autor sí muestra reconocer que, efectivamente, el General Ross estaba muerto, pero él lo trae de regreso con un chascarrillo, que si bien no explica nada, al menos pule ese fallo de continuidad que parecía haber.
Tras esto tenemos el punto malo del tomo, y es una mini-saga de dos episodios escrita por Mike Carey y horriblemente dibujada por Jae Lee (y pensar que el trabajo de este tío en Ozymandias me encanta xD), en el que asistimos al nacimiento de la versión definitiva del Pensador Loco, que aunque aquí es una mujer, está igual de esquizofrénica. Me gusta la nueva versión de este personaje, pero los capis se me hicieron pesados (puede que el hecho de que fueran más de las 2 de la madrugada cuándo los leí tenga que ver xD). Eso sí, lo interesante de esta mini-saga es con quién establece contacto Reed al final del tomo. Un cruce cuyas consecuencias veremos en la etapa de Millar y Land en la serie (mi etapa favorita de lo que leí en su día).
En resumen, si os gusta el sci-fi y los slice of life especialitos, creo que esta serie os iba a molar mucho... Ahm, y genial el dibujo de Kubert. Me parece muy expresivo y genialoso.
Lo mejor: La genialidad de Reed (que a veces le vuelve algo sociópata xD), y el ambiente de grupo de la serie. Las nuevas versiones de la Zona-N, Annihilus y el Pensador Loco. El dibujo de Kubert.
Lo peor: Los capis de Carey y Lee.
Reseñas de tomos anteriores: Lo Fantástico, Muerte
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