Y llegamos, por fin, al combate más esperado de toda la serie:
Tras sobreponerse a su rival y derrotar a Sôjirô Seta, Kenshin tiene que hacer frente al hombre responsable de todo: Makoto Shishio.
Pero el rurouni está herido, cansado y magullado tras tanto luchar, y tiene que enfrentarse a un adversario al que incluso estando en plena forma, tendría serias dificultades de vencer.
Sin embargo no está solo. Sano, Saito e incluso Aoshi, le acompañan. Y lo que es más importante, aún atesora la promesa de regresar con vida al lado de Kaoru. Esta vez, Kenshin tendrá que superar sus límites...
Pues en este tomo tenemos la resolución del combate entre Sô y Kenshin, que aún no sé si me termina de convencer (xD), así cómo el inicio del combate contra Shishio. Y joder, ¡qué combate!
Aquí el vendado demuestra que no es moco de pavo, siendo capaz de cepillarse sin demasiados problemas a Kenshin, Sano, Saito y Aoshi. Claro que a fin de cuentas esto es un shônen, y no es de extrañar que se recurra al tópico de que el héroe de la historia saca fuerzas de dónde no las tiene cuánto más moribundo se encuentra.
Buen combate y bastante interesantes las técnicas de Shishio, aunque me parezca una sobrada que acaben haciendo tan poco daño, cuándo en la realidad técnicas cómo el Guren Kaina tendrían que matar en el acto, y sino dejar con serias heridas, destrozos y quemaduras al que la recibe. Que es una explosión de pólvora, joder, y esta sólo lo deja "chamuscado" (xD). Me recuerda a Mr. 5, de One Piece (-.-").
Una lástima lo de Yumi, por cierto. Qué asco le he cogido a Shishio tras "esa escena".
Lo mejor: El combate contra Shishio. Lo cabrón y fucker que es Shishio.
Lo peor: Para ser un manga con cierta ambientación histórica, verle recurrir a tantos recursos del shônen-piños le resta mucha credibilidad.
Reseña de tomos anteriores: #1, #2, #3, #4, #5, #6, #7, #8, #9, #10, #11, #12
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