El hombre que dicta la sentencia #20: Defense Devil #6

Tras un día infructuoso, en el que no ha llegado ninguna novedad a la tienda, y habiéndome refrenado a la hora de comprar el tomo 2 de Bimbogami ga!, en vista al aluvión de novedades de Ivrea que irán cayendo en los días venideros, sigo aquí repitiéndome más que el cocido con las reseñas de Defense Devil. Hoy le toca al 6º tomo:

Hay un abogado demoníaco que ayuda a las almas que son injustamente enviadas al infierno. Su nombre es Kucabara y es un demonio solitario que fue desterrado del Reino de los Infiernos debido a su buen corazón. Kucabara y Bchuler regresan al Reino de los Infiernos acompañados por Idamaria. Allí se verán obligados a hacer frente a una poderosa adversaria, Brillhart, que gobierna el "Infierno Salamandra". La historia sigue con el golpe del destino que hizo que Kucabara y Bchuler se conocieran.

Termina el combate entre Idamaria y Brilhart, dónde descubrimos que la primera alberga en su interior a Lilith, la diosa del infierno (y según la Biblia, la primera esposa de Adam). Hasta ahí bien, si obviamos el hecho de que a Elimona cada vez la dibujen peor, inexplicablemente más aniñada, y perdiendo esa madura sensualidad que la caracterizaba antes.

Sin embargo, mientras los protagonistas siguen su viaje por el Infierno, tras abandonar el Infierno Salamandra, Kucabara y Bchuler recuerdan cómo se conocieron, y es aquí dónde el manga se vuelve bastante infumable (como con casi todos los flashbacks de esta obra). Es decir, ¿puede haber algo más manido y tópico? No sólo no logro tomármelo en serio, sino que hay escenas que parecen un insulto al intelecto del lector, con Kucabara adoptando posturas y frases calcadas de personajes de One Piece, como Zeff o Hiruluk. Quiero decir, ¿tanto cuesta hacer algo realmente original? Yo criticaré a Hiro Mashima mucho, pero al menos sabe hacer flashbacks y arcos argumentales con su parte de originalidad. ¿Pero esto? En fin...


Por otro lado, se nos presenta a un nuevo personaje (bueno, no del todo, ya que ya la vimos en su forma de cerdita), que seguirá los pasos de Kucabara & co. Y, para finalizar, un capítulo dedicado a Idamaria, que para mí sobra (aunque me gusta la ilustración de esta haciendo un paso de ballet).

En resumen, un mal tomo. A la altura del 3º, sino peor.

Lo mejor: El dibujo, sobre todo cuando se trata de Idamaria. El diseño del nuevo personaje.

Lo peor: El radical cambio de diseño de Elimona. El flashback de Kucabara y Bchuler, falto de originalidad y cargado de manida emotividad. El capítulo del final: sobra.

Reseñas de tomos anteriores: #1, #2, #3, #4, #5