Continúa el viaje por el Reino de los Infiernos, y nuestros protagonistas, pese a querer dar con urgencia con el paradero de los padres de Jupiter, no tienen otra cosa mejor que hacer que "descansar" en una suerte de oasis demoníaco. Pero no me voy a quejar de esto. Nos regocijamos la vista con Idamaria y Samus luciendo tipín, una de las pocas cosas destacables de este tomo.
Tras esto, otro capi dedicado a Sugal y su relación con Jupiter. Como ya he comentado otras veces, la relación entre estos dos personajes me gusta, así que ninguna queja.
Después tenemos un capi dedicado a Colibrí, hermana pequeña de Kucabara, un personaje bastante simpático, y con el que el autor quiere ponerse en plan sentimental. Y cómo de costumbre, no consigo tomármelo en serio (xD).
A continuación, un par de capis dedicados al pasado de Seruma, cómo llegó a conocer a Elimona, y el adiestramiento de Idamaria bajo su mando. Uno de los pocos flashbacks que me parecen interesantes en lo que llevamos de serie.
Y finalmente, los últimos capis están dedicados a la llegada de Kucabara & Co al Infierno Fénix, dónde encuentran a los padres de Jupiter. Para rescatarlos, Kucabara tendrá que convencer a Fénix, el encargado de este infierno, volviendo a demostrar su labor como abogado demoníaco. Mientras tanto, Idamaria, Samus y un recién llegado Sugal, tendrán que hacer frente a Cooper, uno de los lacayos de Legato, e impedir que este se lleve a los padres de Jupiter.
En fin, un tomo bastante potable, pero que dista de ser realmente bueno.
Lo mejor: La portada, Kucabara impone un rato. El fanservice dedicado a Idamaria y Samus. Los capítulos dedicados al pasado de Seruma e Idamaria, y la aparición de Elimona en ellos.
Lo peor: Los altibajos argumentales de siempre.
Reseñas de tomos anteriores: #1, #2, #3, #4, #5, #6, #7
Hola!
ResponderEliminarTe sigo por el blog ^^
Cuando puedas pasate =)
Chao
Hecho ;)
ResponderEliminar