El hombre que dicta la sentencia #17: Defense Devil #3

Bufff, tras llegar a casa con el estómago revuelto, consecuencia de un día en el Parque de Atracciones, y un posterior "come hasta reventar" en el Muerde la Pasta, me dispongo a seguir con las reseñas de Defense Devil. Vamos allá con el tomo 3:

Hay un abogado demoníaco que ayuda a las almas que son injustamente enviadas al infierno. Su nombre es Kucabara y es un demonio solitario que fue desterrado del Reino de los Infiernos debido a su buen corazón. ¡Este tercer volumen incluye la conclusión del exitoso arco de Idamaria, una saga ambientada en el pasado que nos desvela el secreto de Kucabara y la introducción al arco de la abadía, en el que Kucabara manifiesta su decisión de regresar al Reino de los Infiernos!

Una descripción demasiado entusiasta para el que es, al menos para mí, el peor tomo en lo que llevamos de serie. Situaciones manidas que en lugar de emocionarnos, nos hacen resoplar hastiados, y poner cara de *puke rainbows*, y un dibujo que en algunos momentos pega un cierto bajón (¿y qué es eso de cambiar el dibujo de los ojos de Elimona, con lo demencialmente sexy que suele ser su mirada de diablesa? Imperdonable    -.-").

Terminamos con la introducción de Idamaria, se nos explica mediante un pasteloso flashback la situación actual de Kucabara, dónde vemos el fallecimiento de Huni, un "amigo" (porque con amigos como este, quién necesita enemigos) cuya perdida no lloraremos, dado que ni se nos da tiempo a cogerle cariño; al amable vejete Dukoff, que enseñará una importante lección al abogado demoníaco (y cuya muerte tampoco lloraremos, dado que estamos empachados de situaciones como las de este flashback), y a Legato, el inocente hermano pequeño de Kucabara que resulta ser un grandísimo hijo de puta, y que permitió vivir a este por un "deus ex machina de autor" de campeonato. Y, finalmente, volvemos a la acción presente, dónde el padre Seruma y Elimona intentan hacer que Kucabara e Idamaria unan fuerzas para ir a combatir a Legato en el Infierno.

Poco más que decir. Quizá lo único que me guste sea ese comentario de Bchuler que menciona a los condenados salvados por Kucabara, y el qué habría sido de ellos si él no se hubiera humillado ante Legato. Y también alguna ilustración puntual del abogado luchando contra los soldados lobo. Pero en general, un tomo malo y soporífero.

Lo mejor: Lo ya mencionado al final.

Lo peor: Todo lo demás. He dado más de una cabezada leyéndolo.

Reseñas de tomos anteriores: #1, #2