El hombre que dicta la sentencia #10: Blue Exorcist #3

Sigo con la re-lectura de Blue Exorcist, en mi empresa de ponerla al día. Y junto a esta, viene la reseña habitual. Así que vamos allá con el tercer tomo de la serie:

Rin y sus compañeros de clase han ascendido a escuderos, y reciben la misión de localizar a un fantasma que ha entrado en el recinto del instituto. Mientras investigan su paradero, Amaimon ("el Rey de la Tierra"), se presenta ante Rin y le roba la espada Komaken. Sin embargo, en el preciso momento en que Rin pierde el control sobre las llamas azules de Satán, otra presencia surge de la nada...

Seguimos con la evolución y formación de Rin y sus compañeros como exorcistas, así cómo con la presentación de nuevos personajes y el descubrimiento de nuevos detalles respecto a las misteriosas intenciones de Mephisto para con Rin.

En el primer capítulo, Rin parte junto a Yukio en su primera misión como esquire para calmar el ánimo de Kuro, un cait shit que fue familiar del difunto padre Fujimoto, y que enloquece al enterarse de la muerte de este. Rin, que es capaz de entender al demonio, logra comunicarse con él y hacerle entrar en razón, recordando al felino el momento en el que conoció al padre Fujimoto. Desde entonces, empezará a vivir junto a él.

En el siguiente capítulo, Rin y sus compañeros son enviados a buscar al fantasma de un crío en el parque de atracciones de la ciudad. La situación se complica cuando el mismo Amaimon aparece ante Rin y le roba la Komaken, haciendo que este libere sus llamas de forma involuntaria. Sin embargo, antes de que su secreto salga a la luz, el encapuchado Yamada interviene ahuyentando al demonio y recuperando la espada, revelándose en realidad como Shura Kirigakure, una voluptuosa exorcista superior de 1ª orden, enviada por el Vaticano para vigilar a Rin, y acabar con su vida en caso de considerarlo una amenaza.

Tras esto, Rin entrena con la mujer, que le confisca la Komaken para evitar que le vuelva a ser robada, y que sólo le devolverá cuando sea capaz de derrotarla. Así, Shura decide ignorar su misión a costa del respeto que sentía hacia su difunto maestro, el mismísimo padre Fujimoto, y así ver hasta dónde es capaz de desarrollarse como exorcista su hijo, Rin.

Finalmente, comienzan las vacaciones de verano, y los esquires realizan una acampada en la que tendrán que superar una prueba para ganarse el derecho de participar en batallas reales. Sin embargo, al no llevar la Komaken, Rin corre el riesgo de no controlar sus llamas. Y alguno de sus compañeros podría acabar descubriendo su secreto...

Un tomo muy shônen. Quitando el primer capítulo, que considero algo flojillo, la cosa empieza a ponerse interesante con el 2º. Mephisto empieza a actuar cada vez más abiertamente, y vemos hasta dónde son capaces de llegar los pesos pesados del Gehena.

En cuanto a Kirigakure, me encanta. Pelirroja, pechugona y desinhibida. De lo mejor. Una tía bastante interesante, que es una auténtica máquina con la espada.

En cuanto a los extras, aún más completos que en el tomo anterior. Tiras cómicas, fichas de personajes, actualización del grimorio (incluyendo a los demonios que aparecen tanto en este tomo como en el anterior), y unos comentarios de la autora respecto al proceso de elaboración del manga.

En cuanto a la portada, me encanta. No sólo porque salga la adorable Shiemi, sino porque es muy colorista. La mejor portada de los 8 tomos publicados en Japón (y me jodió que la portada del tomo 8 la dedicara a Kuro. Prefiero a Kirigakure o Kamiki en portada (sobre todo a la primera^^) antes que a un jodido gato diabólico -.-"

En fin, gran tomo. Me gustó un poco más el anterior, por ese trabajo en equipo, pero este gana enteros con la aparición de Kirigakure. Sin duda, no ha sido ningún error coleccionar esta serie. Y yo que me alegro :)

Lo mejor: La portada. Kirigakure^^ El combate entre Rin y Amaimon. Ver a Shiemi con uniforme escolar por primera vez (xD). Los extras.

Lo peor: El primer capítulo (a mí Kuro me sobra xD).

Reseñas de tomos anteriores: #1, #2