Localizo el mal y lo elimino. ¡La vida de los malos es mía! La mía no me preocupa. Hoy también eliminaré a mi objetivo. Aunque tenga que morir. ¿Cuándo estará el mundo en paz?
Un tomo bastante entretenido y algo diferente al resto, ya que si bien hemos visto cómo Akumetsu iba a por blancos individuales en tomos anteriores, en este tomo actúa de forma abierta, ante las cámaras, dándose a conocer. Y esta vez los blancos ascienden a unos 30 individuos, ya que muchos de sus "clones" trazan un plan para actuar a la vez.
Mientras todo esto sucede, Shou y Shiina tienen una seria charla sobre la misión del primero, y ésta acaba reconociendo que de encontrarse en la situación de Akumetsu también intentaría actuar igual. Sin embargo, y para su sorpresa, descubre que el Shou que se encuentra a su lado no es el mismo al que ella besó (por la ausencia de un pendiente), preguntándose si ese Shou fue uno de los Akumetsu que murió, y sintiéndose desolada al sentirse engañada por su amigo y triste por haberle visto morir múltiples veces.
La muerte de tantos Amakudari y las palabras de Akumetsu ante los medios hacen pensar a la prensa si el Primer Ministro guarda alguna relación con él, cosa que este niega.
Las acciones de su "aliado" hacen que pueda aplicar su reforma con mayor libertad, pero no tarda en sentirse presionado y piensa en dejar el cargo. Sin embargo, un mensaje de Akumetsu en la azotea le hará ver que tal cosa no es posible. O levanta el país en el tiempo que se le ha dado, o Akumetsu le considerará cómo el mal, actuando en consecuencia.
Un tomo lleno de acción y gore, y bastante trepidante. Es una auténtica lástima que esta serie no se terminase de publicar entera en España (:S).
Lo mejor: El plan de Akumetsu para erradicar un montón de Amukadari de un plumazo.
Lo peor: Algunos problemas de traducción o edición. Las páginas se le caen (-.-")
Reseñas de tomos anteriores: #1, #2, #3
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