El hombre que dicta la sentencia #148: One Piece #11 - Lo Peor del Este

Pues volvemos con más OP:

Un buen capitán siempre es responsable de su tripulación. Ésa es una de las cosas que Luffy aprendió de "Pelirrojo" Shanks y ahora ha llegado el momento de demostrarlo.

Tras la batalla de Arlong Park, Luffy y Nami se dirigen al lugar en el que murió el legendario pirata Gold Roger, primer propietario del One Piece. Pero eso no es todo. Dos viejos enemigos están a punto de reaparecer; nada menos que Buggy y Alvida.

Pues termina la batalla en Arlong Park, con el combate final entre Luffy y el hombre-pez. Una saga ligada a las emociones de Nami y su trágico pasado, que el hombre de goma decide poner a cero a su particular manera. Esa es una de las cosas que me gustan de esta serie. Los combates no siempre se dan por querer detener al típico villano megalómano. Rara es la vez en la que no hay implicado en este tipo de enfrentamientos algún trasfondo mayor. Esto dota a los combate de un componente sentimental muy grande, que evita que la historia se convierta en el típico shônen-piños sin fundamento.

Este tomo es importante además porque por primera vez la Banda del Sombrero de Paja se da a conocer al mundo, cuándo su capitán recibe su primera recompensa, de 30 millones (algo irrisorio a estas alturas de la serie, pero que en el East Blue resulta un hito histórico).

Y tras esto, llegamos a la saga de Loguetown, dónde se nos presenta a dos secundarios muy importantes: el Capitán de la Marina Smoker, "el Cazador Blanco" y la Sargento Mayor a su cargo, Tashigui (que guarda un asombroso parecido con Kuina, mal que nos pese a los que detestamos las teorías absurdas de algunos fans xD). Además, recuperamos a dos antiguos villanos cuyos pasos seguimos en la primera mini-historia del manga, Buggy y Alvida. ¡Y joder lo que ha cambiado Alvida! ¡¡Está más buena que Nami!! xD

En otro orden de cosas, es en esta clase de tomos dónde descubrimos la diferencia entre un buen y un mal narrador, con cierto recurso explotado hasta la saciedad: el deus ex machina. Entiéndase por esto, para los ajenos al término, a aquellos acontecimientos que tienen lugar sin ninguna explicación lógica aparente, y que surgen para permitir que la trama sigue su curso, evitando cualquier apuro.

Así pues en este tomo tenemos dos: la adquisición de las nuevas espadas de Zoro, y el no-ejecución de Luffy.

El primer caso podría obviarse un poco, ya que si hay una cierta explicación detrás, pero aún así lo incluyo. Zoro adquiere las mejores espadas de la tienda sin pagar ni un duro. ¿Por qué? En parte porque sí, pero Oda logra vendernos la moto con una escena impagable en la que Zoro pone a prueba la maldición de la Kitetsu con su propia suerte. Su arrojo casi demente se gana la admiración del dueño de la tienda, que le confía su sueño a través de la espada más valiosa de su tienda, Yubashiri. Su valía cómo espadachín le ha demostrado digno portador de semejantes filos. Y eso que se ahorra. Lucky^^

Y hablando de suertudos, el chico de goma. Un rayo le salva de morir decapitado. ¿Puede haber mayor deus ex machina? Yo creo que no. Pero es algo un tanto orquestado. Oda ya nos avisa de la inminente tormenta un capítulo antes, a través del pronóstico de Nami, y Smoker nos "justifica" el porqué, incitándonos a que nos dejemos llevar por la casualidad. Ya que cómo el gruñón de Wood Slap comenta sobre Luffy a Makino, convertirse en el Rey de los Piratas, ¿es su sueño, o su destino...?

Lo mejor: El final de Arlong Park. Volver a ver a Shanks. El nuevo tipazo de Alvida. Ver que Oda sabe vender bien sus deus ex machina.

Lo peor: La traducción de Planeta. Logue Town cunde mucho más en el anime que en el manga.

Reseñas de tomos anteriores: #0, #1, #2, #3, #4, #5, #6, #7, #8,  #9, #10