Pues vuelvo con más del guerrero samurái, en un tomo la mar de entretenido, aunque paradójicamente decepcionante (xD):
Los residentes del Aoi-ya lo dan todo en un intento de proteger sus vidas del ataque de los Diez Espadas. Mientras que Yahiko hace frente al volador Hen'ya, Kaoru y Misao se enfrentan al travestido Honjô, y el resto del Oniwaban-shû sigue sin resultar ser una amenaza para el sonriente Iwanbô.
Por otro lado, en la guarida de Shishio, Kenshin se dispone a retomar su duelo pendiente contra el inquietante Sôjirô Seta. ¿Qué pasado se esconde tras esa sonrisa carente de emociones?
A ver, estamos ante un buen tomo. Tenemos gran variedad de combates y no todos ellos están protagonizados por los de siempre, por lo que resulta atractivo ver a los secundarios lucirse un poco. Sin embargo, este lucimiento va en demérito de la dificultad y el temor que se supone que representaban los Diez Espadas.
Tanto Hen'ya, cómo Honjô son derrotados por personajes a los que se supone débiles, sin demasiadas complicaciones. En cuánto a Iwanbô, para ser el único que verdaderamente ha acabado estando por encima de sus rivales (cuatro, nada menos), el autor lo quita del conflicto con un simple recurso cómico.
Y ya para rematar, los Diezma-Ejércitos, pareja en la que el único miembro que parece representar una verdadera amenaza es Fuji (sobrada de personaje, por cierto. Hace olvidar toda ambientación histórica y "real" de la obra). Sin embargo, tiene que venir a sacar las castañas del fuego Hito, personaje condenadamente fuerte que hace que la amenaza de Fuji quede en nada. Muy mala impresión la que dan estos Diez Espadas. Y visto lo visto, al final tenemos que el único que realmente representa una verdadera amenaza es Sôjirô.
Y hablando de Sô, él es el que se encarga de protagonizar el siguiente combate de Kenshin, en el que pone al rurouni contra las cuerdas (pese a lo mucho que ha mejorado Kenshin), y se nos presenta además algo de su pasado. Me gusta bastante el personaje de Sô, y sin duda este enfrentamiento es la mejor parte del tomo.
En resumen, un buen tomo, aunque el autor no ha sabido llevar de forma muy satisfactoria los combates en el Aoi-ya.
Lo mejor: La portada. Los re-diseños de personajes de la cubierta (el de Honjô me encanta, y aquí ya no es un travelo xD). Combates para los secundarios. El combate entre Kenshin y Sôjirô.
Lo peor: Se ha desaprovechado demasiado el conflicto en el Aoi-ya. Fuji resulta ser un personaje demasiado subrealista (había llegado a pensar que era una suerte de máquina a vapor, o de coloso movido por varios hombres xD).
Reseñas de tomos anteriores:#1, #2, #3, #4, #5, #6, #7, #8, #9, #10, #11
Y por curiosidad, ¿cuanto os cuesta aprecio de mercado la cada tomo de la Kanzenban?
ResponderEliminarUnos 10 pavos, si mal no recuerdo
EliminarConcuerdo contigo, esos combates de los secundarios contra los Espadas (Bleach no copies xD) hicieron que estos últimos me decepcionaran un poco.
ResponderEliminarPero el villanazo que tiene esta parte del manga cubre todos los errores xD