Pues tras varias entregas de esta sección, por fin toca reseñar el 2º recopilatorio de esta genial colección, que lamentablemente Panini no parece convencida de querer continuar sacando en recopilatorios. Así que dadle la oportunidad y a ver si la situación cambia ;)
El futuro está escrito en los Diarios de Destino. Nadie puede hacerse con ellos.
La Patrulla-X continúa con su peligrosa misión de recuperar los libros en los que se determina el futuro de la humanidad.
El siguiente paso en su camino les lleva hasta Sidney (Australia), donde se reencontrarán con un viejo conocido del grupo. Gambito, el mutante ladrón está de vuelta, pero... ¿Qué hace trabajando junto a los malos? ¿Y qué tiene Pícara que decir al respecto?
Además, un enfrentamiento a vida o muerte con el Rey Sombra, con el destino de una de las mujeres-X como premio.
En este tomo, las pesquisas de esta versión extrema de la patrullosa les llevarán hasta Australia, condicionados por las acusaciones de asesinato hacia uno de sus colegas, Gambito.
La serie así se aleja del componente más enfocado a la acción del tomo anterior (aunque el volumen no está exento de ella ni mucho menos), y nos vemos sumergidos en una investigación policíaca, en la que los hombres-X tendrán que buscar pruebas que esculpen al bueno de Remy, mientras que una conspiración se orquesta a sus espaldas. Cierto individuo parece querer hacerse con el poder dentro de la cumbre criminal del continente, y Gambito y la Patrulla-X se verán envueltos en mitad del fuego cruzado.
A parte de recuperar a Gambito, estos números nos presentan a unos cuántos personajes.
En primer lugar, los hermanos Heather y Davis Cameron, que acabarán convirtiéndose en los nuevos integrantes del grupo, ante la ausencia de Mariposa y Bestia. Heather, personaje cuyo diseño está inspirado en Pamela Anderson (aunque mucho más guapa y buenorra xD), es una salvadidas de las playas australianas con la capacidad... ¡de salvar vidas! Su cuerpo es capaz de generar cualquier clase de recurso con tal de protegerla a ella y sus protegidos, desde un blindaje dorado a alas, branquias o cola de pez, según cuál sea la situación. Su hermano por el contrario no parece haber despertado ningún poder mutante todavía...
Otros nuevos personajes pertenecen al mundillo de la mafia china del lugar o a la policía. Y en ellos encontramos algún que otro curioso homenaje a la cultura japonesa. Loto Rojo, por ejemplo, es un artista marcial inspirado en el personaje de Jin Kazama, de la serie de videojuegos Tekken. En cuánto a Teri Baltimore, la detective que trabaja el caso de mafias que ocupa estas páginas junto a Bishop, es poseedora de una moto clavadita a la de la película Akira.
Y entre los viejos conocidos, tenemos a Sebastian Shaw y Regan Wyngarde, del Club Fuego Infernal, así cómo una aparición estrella de Jean Grey.
La trama se centra en Gambito y el asunto de las mafias, así cómo en el retorno de un viejo enemigo de la Patrulla y ahora de Sabia, que parece querer reclamarla para sí. Investigaciones policiales, intrigas y juegos mentales se dan cita en una historia con multitud de misterios que acaban siendo resueltos de forma bastante satisfactoria. No obstante, cómo lector me saben un poco a mal los dos capítulos experimentales del tomo.
El que más jode de todos es el #8, un capítulo mudo, sin diálogo alguno (o sea, ni bocadillos ni nada), que pese a los esfuerzos narrativos con los que Salva impregna su dibujo, resulta bastante difícil de seguir. Más aún teniendo en cuenta que es un número en el que una de las principales protagonistas es Lady Mente Maestra, dando rienda suelta a su habilidad para crear ilusiones.
El otro es el annual incluido en este tomo, centrado en Pícara, los Cosechadores y el Rey Sombra. Es un capítulo de viñetas apaisadas, integradas de forma vertical. Esto resulta molesto, ya que uno tiene que girar el libro y ponerse a leer de otra forma más incómoda. Pero bueno, esto no es culpa de Panini ni mucho menos, si no de Marvel por intentar "innovar" de esa forma (xD).
En resumen, un tomo que sigue dejando patente porque Chris Claremont es considerado el patriarca mutante. No sólo ha sido uno de los guionistas que más tiempo ha trabajado con los mutis (si no el que más), también es el que mejor los conoce y el más acertado a la hora de desarrollar sus personalidades. Aquí conocemos más y mejor a personajes cómo Pícara o Sabia, así cómo se nos presentan a otros tan prometedores cómo los hermanos Cameron.
Si a esto le sumamos el espectacular dibujo de Salvador Larroca y los colores de Liquid!, nos encontramos ante un cómic muti de lo más disfrutable.
Lo mejor: Lo bien que sabe trabajar Claremont con sus creaciones: la mayoría de mutantes de la Patrulla-X. El dibujazo de Larroca. La introducción de Heather y Davis Cameron. La relación entre Pícara y Gambito. El sentimiento de unidad familiar dentro de la Patrulla. Mejor relación cantidad-precio que el tomo anterior (cuyo precio era abusivo).
Lo peor: El capítulo mudo y el annual apaisado (por las razones ya mencionadas). Falto de extras.
Reseñas de tomos anteriores: Destino
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