¿Qué habría pasado si la nave que transportaba al pequeño Kal-El hubiese aterrizado unas horas antes de lo previsto en una granja de Ucrania, en lugar de en el hogar de Jonathan y Martha Kent en Smalville? Probablemente, habría recibido una sana educación comunista, ganándose un nombre en la Unión Soviética, para acabar convirtiéndose en la mano derecha de Iósif Stalin.
¿Convertiría este hecho a la Unión Soviética en la mayor potencia mundial del momento? ¿Se decantaría la Guerra Fría a favor de los comunistas? ¿Cómo reaccionaría el gobierno estadounidense a la existencia de un superhombre en el bando enemigo?
Todo esto y mucho más, en un nuevo Universo DC traído de la mano de Mark Millar, Dave Johnson y Killian Plunkett.
Y estamos ante la que creo que podría considerar mi 2ª obra favorita de Mark Millar (obviando sus aportaciones al Universo Ultimate, claro).
Por ponernos en situación, el cómic es una suerte de Watchmen a la inversa. El superhombre existe, y es soviético. Pero Superman no padece la apatía por las vidas de sus vecinos terrícolas que sí mostraba el Dr. Manhattan, por lo que al contrario que éste, él sí tiene una acuciante necesidad de entrometerse en sus vidas para ayudar al necesitado, proteger al inocente, y en resumen, hacer del mundo un lugar mejor y más rojo. Sin embargo, todos sabemos que el camino al infierno está empedrado de las mejores intenciones.
Pensadlo bien. Un superhombre, capaz de hacerlo prácticamente todo, vigilante, al que no se le escapa nada, y que se ve así mismo cómo el único ser capaz de traer el bien a este mundo... Una persona así no tardaría en convertirse en un gobernante déspota, ¿verdad? Y un déspota muy poderoso, además.
Poco puede hacer Lex Luthor desde América con su ingenio y sus inventos, volcándose cada vez más en su obsesión por destruir al hombre de acero, lo cuál le lleva a desatender su relación con su esposa Lois Lane...
¿Y qué hay de Batman? ¿Puede un crío que ha perdido a sus padres por culpa de las cazas de disidentes llevadas a cabo por los hombres de Stalin crecer para convertirse en un símbolo de rebelión ante el control del Hijo Rojo?
O Wonder Woman. ¿Se verá arrastrada al abismo por culpa de su amor no correspondido hacia Superman?
Millar plantea un mundo alternativo muy bien llevado, en un relato lleno de grises que en ningún momento se decanta por ninguno de los dos bandos (habrá que agradecérselo a su sangre escocesa xD). Una nueva concepción del viaje del héroe, dónde podemos ver hasta dónde es capaz de corromper el poder absoluto, pero que también nos demuestra todo lo bueno que puede dejar una redención a tiempo; y con un final sorprendente que reinventa los orígenes del Último Hijo de Krypton.
Lo mejor: El tono general de la obra, muy objetivo y consecuente con la opinión política de la época. Una genial visión al crecimiento y evolución de la humanidad bajo el liderazgo de dos de los hombres más grandes del Universo DC.
Lo peor: Que actualmente esté descatalogada y pueda ser difícil de encontrar en tiendas...
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Por mi parte, solo tengo que decir esto:
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En 1 semana / 10 días, me llega :D
Tiene muy buena pinta, a ver si lo reeditan y me lo compro casi seguro.
ResponderEliminarUn excelente comic, que lei hace bastante tiempo. Siempre que alguien me pregunta por buenos comic, recomiendo este, ya que para mi, es uno de los mejores.
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