Y otro tomazo de Kenshin leído. Seguimos con las reseñas de esta seriaca:
Kenshin prosigue con su camino hacia Kioto, acompañado ahora por Misao Makimachi, una kunoichi que dice pertenecer al Oniwaban-shû del desaparecido Aoshi. Y pese a lo "tranquilo" del viaje, podría toparse con Shishio antes de llegar a la ciudad...
En otra parte, Sano vaga sin rumbo fijo, perdiéndose una y otra vez en su camino hacia Kioto. Sin embargo, quizás sea cuestión del destino, porque esto le permitirá encontrarse con cierto bonzo que podría ayudarle a mejorar.
Un tomo bastante bueno, que además deja patente en algunos aspectos la crueldad que puede haber inherente en este manga pese a tratarse de un shônen.
Se nos presenta a la kunoichi del final del tomo anterior con todo detalle. Su nombre es Misao Makimachi, una ninja perteneciente al Oniwaban-shû, y conocida de Aoshi y compañía. La muchacha, procedente de Kioto, había viajado hasta Tokio para toparse con el Oniwaban-shû, sin lograr dar con ellos. Lo que Kenshin no se atreve a revelarle es que estos ninjas perecieron, y que su líder, Aoshi, se encuentra en paradero desconocido.
En su camino, se encuentran con Saitô y con una aldea tomada por Shishio, que además, se encuentra allí en esos momentos. Kenshin se topa con el líder rebelde, y cruza la espada contra dos de sus hombres, Senkaku y el ya conocido Sôjiro Seta. Si bien el rurouni no tendrá demasiados problemas con el primero, el combate contra el segundo quedará en tablas, cuando ambos espadachines rompan la espada del otro en un duelo de battôjutsu. Esto deja patente a Kenshin lo lejos que está del nivel actual de Shishio, al no ser capaz de derrotar ni a su guardia de corps.
En otra parte, Sano se topa con Anji Yûkyûzan, un bonzo repudiado al que convence para que le enseñe su técnica, el "futae no kiwami". Tras aprenderlo, se despiden, y Anji es contactado por Seta, que junto a Shishio y su concubina, viaja de vuelta a Kioto. ¡Los "Diez Espadas" deben reunirse en la ciudad! Todos los actores de esta pieza se acaban personando en Kioto...
Lo dicho al principio, un tomo muy entretenido y disfrutable, pero que no genera tanto "hype" cómo el anterior.
Lo mejor: Gags cómo el de la mujer de Saitô o Misao imitando las caras de Kenshin. El entrenamiento de Sano. Las páginas finales a color.
Lo peor: Los combates son quizá un poco sosos.
Reseñas de tomos anteriores: #1, #2, #3, #4, #5, #6
Mi interés por esta serie ha vuelto a surgir tras ver el trailer de la adaptación al cine que van a hacer de ella. A ver si pudiera empezarmela, pero lo malo es que no hay cuartos :P
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