Bueno, pues después de bastante, vuelvo con otra reseña de Kenshin, que la tenía un poco dejada:
Kenshin mantiene un intenso combate contra Gorô Fujita, más conocido cómo Hajime Saitô. Sin embargo, su rival es muy superior en fuerza y habilidades a él. Su pacífico modo de vida le ha oxidado, y Kenshin tendrá que volver a embutirse en la piel del Hitokiri Battôsai si quiere tener alguna oportunidad contra su mayor rival. ¿Pero podrá revertir luego el proceso y mantener su filosofía de "no volver a matar"?
En otro orden de cosas, Toshimichi Ôkubo, el actual ministro del interior del gobierno Meiji, se persona ante Kenshin para pedirle un urgente favor. Makoto Shishio, aquel que en el Bakumatsu tomó el papel de Hitokiri cuándo Kenshin salió de las sombras y al que se dio por muerto, está actuando desde Kioto para derrumbar al gobierno de Meiji. En su poder, un enorme ejército de bandidos, mercenarios y poderosos guerreros, así cómo inconfesables secretos con los que podría poner al gobierno actual de rodillas. Los allegados de Kenshin se encuentran reacios a verlo marchar hacia Kioto, ¿pero qué decidirá hacer Kenshin cuándo el curso de los acontecimientos de un giro inesperado?
¡TOMAZO! Con todas las letras y todas mayúsculas. TO-MA-ZO. El mejor hasta la fecha.
Empezamos con el breve combate entre Kenshin y Akamatsu, que sólo nos sirve de preludio para el enfrentamiento verdaderamente importante del tomo: Kenshin vs Saitô. Y este es sin duda un combate espectacular, dónde somos testigos de un Kenshin pasando verdaderos apuros, y que una vez libera todo su potencial, ni siquiera puede frenar su frenesí asesina ante las súplicas de Kaoru.
Tras este combate, con la llegada de Ôkubo inicia el arranque de la famosa saga de Kioto, en la que Kenshin tendrá que viajar a la ciudad para acabar con los planes de Makoto Shishio.
En esta parte del tomo, acudimos a la emotiva marcha de Kenshin del dojo Kamiya, así cómo los diferentes sentimientos de Kaoru, Yahiko, Sano y Megumi ante su partida. Sano vuelve a enfrentarse a Saitô, esta vez con los puños, para demostrarle su determinación por partir, mientras que Megumi tiene que ayudar a Kaoru a salir de la depresión en la que se ha sumido tras la partida de Kenshin. Megumi es AMOR, y en estos capítulos está enorme. Cómo ya he dicho otras veces, me encanta el personaje.
Poco después, asistimos a la reaparición de un nuevo y mejor entrenado Aoshi, al que ahora no le tose casi nadie. Me mola esa suerte de "química entre asesinos" que hay entre él y Saitô. Y hablando de este último, muy LOL la escena en la que los del dojo Kamiya se ponen a hablar mal de él y este estornuda por cada uno de ellos (xD).
Y bueno, en lo que a nuevos personajes respecta, tenemos a Shishio, Ôkubo, Sôjirô Seta y los Cuatro Monjes Abukuma (que no le duran nada a Aoshi xD). También se nos presenta a una joven ladrona a final de tomo, en un magnífico capítulo a todo color.
En resumen, un tomazo que lo tiene todo: trama atrayente, combates espectaculares, desarrollo de personajes, frases épicas, gran dibujo y buenos extras. ¿Es que se puede pedir más?
Lo mejor: Todo
Lo peor: Nada (y mira que me jode ser tan poco crítico, pero es que no le saco pega alguna xD)
Reseñas de tomos anteriores: #1, #2, #3, #4, #5
Tomazo. Yo también lo lei después de hacer un largo parón tras leer el 5º, y lo flipé bastante. Y eso que esa parte ya la había visto en anime.
ResponderEliminarYo que estaba reticente a volver a cogerla por inapetencia (no porque el manga no me guste ni mucho menos) y ahora me cuesta controlarme para no devorarla en estos días xD
Eliminares un buen manga de los mejores que ha editado glenat lo malo el kazeban, a quitado los cometarios del autor. mirate el anime que cambia en un punto del manga,¿para cuando el podcast que es muy divertido?
ResponderEliminarTenemos intenciones de grabar este finde, que el anterior no pudimos porque nuestro "líder supremo" (xD) estaba pachucho.
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