Renton cae en un estado de confusión y temor que trata de ocultar; pero para empeorar las cosas, ¡les ataca una unidad de élite del ejército por sorpresa! La condición de Eureka es desesperada, y en la capital Dewey se prepara para poner en marcha la fase final de su plan...
Presentamos el cuarto tomo de esta saga futurista de ciencia-ficción de dimensiones colosales.
Con este tomo parece que la serie empieza a andar sus pasos finales. Un tomo dónde Eureka y Renton se terminan de sincerar, aceptándose mutuamente y demostrando un poder avasallador unidos en el Nirvash.
Por otro lado, Anemone cada vez está más traumatizada debido a los múltiples experimentos de Dewey, hasta el punto de cambiar por completo su personalidad, algo que empieza a mosquear a Dominic.
Tras el choque con el ejército, Eureka empieza a ser contactada por una especie de fantasma negro, que la hará actuar de forma extraña a los ojos de sus compañeros.
Por otro lado, Dominic entrará en contacto con una mujer que parece estar infiltrada en el ejército, y descubrirá toda la verdad sobre las auténticas intenciones de Dewey.
El conglomerado de acontecimientos podría tener su resolución en Solio del Tierra.
Un tomo bastante entretenido e interesante. Aunque sigo sin encariñarme demasiado con los personajes, la historia tampoco es que me desagrade. Gran añadido el del personaje al que contacta Dominic, y tremenda flipada las capacidades de combate del Nirvash. Los Coralian, son, cuánto menos, interesantes. Y el conflicto humanos-coralian me recuerda mucho al conflicto humanos-locust de la saga de videojuegos Gears of War (xD).
Lo mejor: El dibujo. El nuevo personaje femenino (so sexy^^). Las relaciones entre Renton-Eureka y Dominic-Anemone.
Lo peor: Las flipadas del Nirvash y las estúpidas motivaciones del villano de turno (¿es que no puede haber ningún malo cuerdo? xD).
Reseñas de tomos anteriores: #1, #2, #3
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