Pues seguimos con el periplo de los Minutemen y del primer Búho Nocturno.
En este número, asistimos a la formación del equipo y a una de sus primeras salidas en grupo.
Me encanta cómo está enfocando las cosas Cooke. El grupo no es realmente el superequipo que quiere dar a entender, al menos en sus inicios, y se aprovechan del apoyo de Larry cómo representante para tapar sus cagadas, que son considerables.
Del mismo modo, no todos se han puesto las mallas con el objetivo de ayudar al prójimo. La mayoría de ellos busca llenar una necesidad, más o menos macabra. Es más, precisamente aquellos que posteriormente recibieron más mala prensa, Silueta y el Hombre Polilla, resultan ser los más entregados con la causa justiciera, y la verdad es que se les coge bastante cariño, aderezado con una cierta lástima por ser ya conocedor de su fatídico destino. A parte de todo esto, ¿alguien recordaba que en cierta entrevista Sally mencionaba que Silueta no era la única homosexual del grupo? Bueno, pues aquí asistiremos a una impactante verdad encubierta de la obra original...
En resumen, que me está gustando mucho cómo está llevando las cosas Cooke en este Minutemen. Una de las mejores mini-series de la colección.
Y la otra mini-serie de Cooke.
También me está gustando mucho. En este número, Laurie empieza a hacer sus pinitos cómo justiciera, ya separada de la estricta disciplina de su madre, mientras que se cartea con Hollis Mason para no preocuparla (quizás lo único que no me ha gustado especialmente del cómic, ya que en el original su relación se me antoja muy distante y aquí es bastante cercana).
Aquí, Laurie asiste al movimiento hippie, defendiendo sus ideales, que desgraciadamente pronto se verán trastocados por un villano llamado Gurustein, que implantará un deseo consumista en los seguidores del movimiento a través de una nueva droga.
Lo dicho, muy bueno. Cómo comenta David B. Gill en los comentarios de final de tomo, aquí estamos ante una Laurie más jovial y llena de esperanza, que disfruta de la mentalidad juvenil de la época, pero que poco a poco se irá topando con un cambio en el panorama que la convertirá en la adulta amargada y melancólica de las páginas de Watchmen. Bien por Cooke y por el dibujo de Amanda Conner. Por cierto, muy bueno el detalle encubierto de El Comediante dejándole una nota a Laurie.
Y hablando de Blake, aquí seguimos con su historia.
Tras la muerte de John F. Kennedy, el tipo sigue codeándose con los miembros de la familia, comentando con el hermano de este el panorama político, mientras asisten al combate que haría famoso a Muhammad Ali.
Hablan sobre amaños y las segundas intenciones en todas las cosas, cómo el hecho de que Eddie sea mandado a Vietnam, no ya sólo por ayudar en el conflicto, sino por alejarlo de Bobby (que cómo sabemos, también sufriría un atentado).
Me ha gustado más que el anterior. Aquí ya tenemos a un Comediante más acorde a lo que recordamos de la obra de Moore, si bien en esta mini-serie el cambio puede resultar algo brusco, después de haber visto a un Eddie tan humano en el nº anterior.
Y seguimos con la mini-serie que menos me gusta de la colección, aunque creo que en este tomo mejora bastante.
¿Os acordáis de la "Dama del Crepúsculo"? ¿La reina del vicio que Dan detuvo en el 68 y que parecía tener un cierto interés amoroso en el enmascarado? Bien, pues en este número Búho y Rorscharch se topan con ella, lo cuál produce una fractura en el equipo (aunque breve).
Por un lado, Rorscharch la considera una furcia que merece ser castigada, cómo consecuencia de su pasado, viviendo con una madre meretriz que le golpeaba. Por el otro, Dan no es capaz de tolerar que se emplee la violencia contra una mujer, cómo consecuencia de los maltratos recibidos por su madre en el pasado (sigue sin gustarme esta invención...).
La cosa es que ambos empiezan a investigar una serie de asesinatos relacionados con mujeres, y se nos vuelve a hablar de Kitty Genovese, la joven asesinada que hizo que Rorscharch decidiera ponerse la máscara.
En resumen, un nº mejor que el anterior, pero sigue sin gustarme demasiado cómo lo está llevando Straczynski.
Y es que se nota que no fue el editor de Watchmen por nada.
Len Wein está haciendo un trabajo magnífico con esta obra, y el dibujo de Jae Lee no le va a la zaga.
En este nº, nace Ozymandias de forma definitiva, e inicia su carrera contra el crimen con fuerza, desarticulando la red de narcotráfico que proveía a Moloch de sus drogas, que dramáticamente acabaron con la vida de Miranda, la novia de Veidt, en el nº anterior.
Tras esto, Ozy se pone a buscar el motivo por el que fallaron sus predecesores, los Minutemen, y sus pesquisas le llevan a intentar descubrir el porqué de la desaparición de Justicia Encapuchada. Esto le llevará a un enfrentamiento contra el Comediante.
Muy buen nº. La verdad es que, cómo ya dije en la entrada anterior, esta sigue siendo, hasta la fecha, mi mini-serie favorita de esta colección.
Y esto es todo. En la próxima entrada, a parte de los nºs 3 de estas mini-series, empiezan las de Rorscharch y el Dr. Manhattan :D
Reseñas anteriores: 1ª Parte
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