El hombre que dicta la sentencia #215: Bakuman #19 - Decisión y Júbilo

Perdonad la vagancia, que he estado haciendo mazo pereza para reseñar este tomo. Pero bueno, más vale tarde que nunca. Aprovecho, por cierto, para informaros de que si próximamente veis que el ritmo de entradas decrece, es porque a partir de mañana habré empezado las clases. Pero bueno, esto del blog no es una obligación. Creo que vale más escribir cuándo me apetezca algo de peso, que hacer reseñas rápidas y desganadas sólo por cumplir con la entrada diaria. Y dicho esto, ¡al turrón!:

¡Saiko y Shujin van un paso por delante en el enfrentamiento entre nuevas series de los Ashirogi Muto y de Eiji! Sin embargo, Eiji consigue abrir una inesperada brecha en las cifras de ventas de tomos recopilatorios. A pesar de eso, nuestros dos protagonistas siguen creando su manga porque creen en él a pies juntillas... ¡¡y por fin su convicción da sus frutos!!

Pues llegamos al clímax de la obra, no sin antes sobrellevar lo más pesado de este tomo, que es la competición final entre Niizuma y los Ashirogi Muto. Quizás el aspecto que más trata el punto comercial del manga, pues todo se centra en superar en ventas y conseguir la tan cacareada adaptación al anime, argumentando siempre que se ha de mantener la calidad de la obra, algo en cierto sentido demasiado bonito para ser cierto, pues todos los que conocemos el mundillo sabemos que una obra de éxito no siempre es una obra de calidad.

Pero bueno, aunque muy explotado durante todo el manga, es un paso adelante necesario tras el cuál nos encontramos con el verdadero motivo de peso que hacen de este tomo uno la mar de disfrutable. Y es que tras conseguir la adaptación al anime, a los Ashirogi Muto les salen los problemas de alguien que ya creíamos olvidado, y debido a esto, los autores tratan un tema muy ligado a Japón, la obsesión por las idols.

Y es que por culpa de una filtración, Saiko y Azuki se veran en dificultades para llevar a cabo su sueño, cuándo el más odioso de los fandom se empiece a echar sobre ellos y a boicotear sus carreras. Un punto muy interesante de este tomo y del mundo real, dónde la gente está tan obsesionada con ciertas banalidades que amparados en el anonimato de internet suelten auténticas barbaridades.

Una ¿saga final? muy bien llevada dónde me quito el sombrero ante el papel que juegan Miho y Fukuda.

Lo mejor: Cómo se trata el tema de las "idols caídas" y el fandom obsesivo. La intervención de Fukuda en la radio. Que la cosa vaya a terminar por fin, y no se alargue artificialmente. El amor puro de Saiko y Miho (aunque desesperen a veces xD).

Lo peor: La portada (no es mala, pero es una pena que cogieran esta en lugar de la de la cubierta, que en mi opinión refleja mucho mejor el contenido del tomo).

Reseña de tomos anteriores: #12, #13, #14, #15, #16, #17, #18