Toca seguir con el periplo de Guts. Aunque he de decir que este tomo no me ha gustado demasiado:
Guts y sus amigos llegan por fin a la costa, al puerto de Vritannis. Pero enseguida se dan cuenta de que los humanos pueden ser tan malvados como las criaturas y los apóstoles contra los que han luchado en el bosque. Mientras Schierke e Isidro se enfrentan a los piratas que comercian con esclavos, la poderosa familia de Farnese trata de someterla una vez más al yugo de la ambición política. La única esperanza del grupo reside en hallar un barco para salir de la ciudad, pero incluso si encontrasen esa nave, ¿serían todos capaces de echarse a la mar?
Tomo bastante calmado, centrado en Farnese y sus relaciones familiares.
Tras la despedida del grupo de Guts y los miembros de la Nueva Banda del Halcón, Farnese y Serpico desaparecen, para intentar ayudar a nuestros protagonistas a encontrar un barco, pese a que esto les lleve a volver a su ambiente familiar.
Personajes cómo la madre de Farnese resultan bastante interesantes, pero vamos, uno no hace sino pensar en que parece que Miura busca una excusa tras otra para atrasar la llegada al Reino de los Elfos. Y así sigue el manga a día de hoy.
No obstante, es un tomo más de Berserk, y esto siempre es disfrutable.
Lo mejor: La madre de Farnese. La Nueva Banda del Halcón. Los sentimientos de Farnese.
Lo peor: Poco aventureo.
Reseñas de tomos anteriores: #9, #10, #11, #12, #13, #14, #15, #16, #17, #18, #19, #20, #21, #22, #23, #24, #25, #26, #27, #28
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