Es tiempo de cambios y despedidas, y de que los amigos emprendan su propio camino. Pero aunque el Hitokiri Battôsai sea ya un mero fantasma del pasado, el legado del rurouni Kenshin Himura seguirá adelante, en las manos de una persona muy especial...
Buen tomo final. Me termina de redimir con el decepcionante rumbo que había tomado la cosa tras la saga de Kioto, y vuelve al ambiente de esos orígenes que tanto me gustaba.
Sin llegar a ser lo épico que desearía (aunque tampoco se le podría pedir mucho más, teniendo en cuenta el contexto), el combate final entre Kenshin y Enishi resulta, por lo menos, interesante y entretenido.
La serie en sí queda bien cerrada, y el destino de cada personaje principal definido, si bien mi ligera vena fanboy deseaba que Megumi acabase emparejada con alguien, cómo Sano o Aoshi. También me sabe a estafa que se hable de Yûtaro varias veces pero no aparezca en todo el tomo.
Me ha gustado especialmente la evolución del personaje de Yahiko. ¡Hay que ver lo mucho que ha cambiado a lo largo de la serie!
En resumen, un buen cierre para este manga que, si bien no ha terminado de estar a la altura del hype que me suscitó en sus inicios, sí me ha acabado dejando bastante satisfecho. ¡Y geniales los rediseños de Watsuki, cómo siempre!
Lo mejor: El combate entre Kenshin y Enishi. La historia especial de Yahiko. Los diseños alternativos.
Lo peor: Que no salga Yûtaro.
Reseñas de tomos anteriores: #1, #2, #3, #4, #5, #6, #7, #8, #9, #10, #11, #12, #13, #14, #15, #16, #17, #18, #19, #20, #21
Intenté pedirlo en mi ultimo pedido a EDT, pero me dijeron que lo habían descatalogado :P
ResponderEliminarAhora la lleva Panini. Pídesela a ellos
EliminarDesde luego para gustos lo colores xD a mi lo que menos me gusta de esta edición son los rediseños.
ResponderEliminarA mi el final me dejó un buen gustillo. No se por que pero creia que iba a ser un final abierto y raro de esos que abundan en los mangas.