Para los jóvenes que intentan ser alguien entre las filas de los supervillanos, The Heat siempre ha ofrecido una sabiduría, un apoyo y una lealtad sin parangón. Superconvictos del mundo entero le deben mucho más de lo que podrán llegar a pagarle jamás. Y ahora que The Heat ha acumulado más de 100 millones de dólares en deudas con el vengativo Salamander, no tiene otra opción que empezar a cobrarse todos y cada uno de esos favores.
Entonces aparece Johnny Bolt, que acaba de cumplir una condena de cinco años por usar sus superpoderes en el transcurso de un robo. Pero Johnny y sus colegas no lo tienen fácil. Son veteranos supervillanos, acostumbrados al constante acoso de la ley y a competir con una hueste de criminales con superpoderes que tienen las mismas ideas que ellos. Para ayudar a The Heat, tendrán que ser creativos. Deberán ir a un lugar donde la escasez de competidores permita acceder a toda una serie de nuevas oportunidades. Viajarán a España, a robar al objetivo más grande y rico de todos, en el atraco final que será la madre de todos los atracos.
Pero creen que robarle al supervillano más famoso del mundo, The Bastard, es la peor idea que ha tenido Johnny en toda su vida... todos salvo Johnny, claro. ¿Logrará convencerles con su ímpetu? ¿O al final será The Bastard el que dé el golpe final... con sangre en las manos?
"Hay demasiados superhéroes en los Estados Unidos. Vayamos a otro sitio". Con otra de sus premisas simplonas pero a las que ningún otro autor se le ocurriría aprovechar, Millar nos trae una obra amena de supervillanos, que a ratos parecen más superheróicos que los propios superhéroes.
El escocés se marca un Ocean's Eleven supervillanesco, aunque no es que estos héroes se dispongan a putear a ningún héroe o pobre ciudadano, sino a un miembro del gremio ya retirado.
El prota se saca un plan que parece hacer aguas por todos lados, pero que al final no parece tan estúpido cómo en un principio, y en el que Millar aprovecha para dar un gran protagonismo al mal llamado "sexo débil", porque la verdad es que sin Kasey... cómo que lo habrían pasado más putas si cabe. Además que aunque Yu no sea un artistazo, cunde y mucho verle dibujar féminas. Y a los ejemplos me remito.
Pues eso, no es una pasada, y me gustan más otras obras de Millar, pero al menos me ha dejado un buen sabor de boca y me ha dado lo que esperaba de él. Satisfecho me hallo (=3).
Lo mejor: El gamberrismo. Las mozas de Yu. La forma de dejar a los que le tocan las narices en su lugar de The Bastard.
Lo peor: No tiene nada especialmente memorable. Ha sido un medio fácil para Millar de hacer pasta.
Decidido, me lo compro. Pintaza interesante, villanos haciendo las veces de heroes, robo, encima la curiosidad de que se desarrolla en España, pues hala, no sé que más pedir xD.
ResponderEliminarMe encantó Ocean's Eleven. Me lo compro seguro.
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